Tanto al implementar tableros de autoservicio, como al desarrollar procesos de elaboración de informes para cumplir con la normativa o al define una estrategia de BI, parece surgir un reto común: la gobernanza.
Al evaluar los retos tanto empresariales como técnicos que existen, las siguientes preguntas surgen constantemente:
¿Cómo podemos garantizar que los datos de origen sean fiables?
¿Cómo podemos desarrollar parámetros de calidad de datos sólidos que sean coherentes y repetibles?
¿Pueden nuestros datos actuales apoyar iniciativas para mejorar la experiencia del cliente?
¿Cómo podemos aprovechar los análisis para ofrecer una visión global de nuestro negocio?
Estas preguntas se enfrentan a la necesidad de contar con reglas y procesos empresariales coherentes asociados a los activos de información de una organización. Además, cuando las organizaciones empiezan a comprender la relevancia de estas cuestiones para su estrategia global de gestión de la información, están preparadas para empezar a desarrollar una sólida iniciativa de gobierno de datos que combine los requisitos de gobierno con los de análisis.
Para la mayoría de las organizaciones, un único almacén de datos no es una realidad. Las grandes fuentes de datos, la creciente complejidad, la inteligencia operativa y la diversidad de la información crean un entorno que requiere una estrategia de gestión de datos coherente y exhaustiva. Las complejidades añadidas significan más partes móviles y la necesidad de comprender las complejidades de cada flujo de proceso de datos.
¿Por qué Gobernanza?
El “Data Governance Institute” define al gobierno de datos como "un sistema de derechos de decisión y responsabilidades para los procesos relacionados con la información, ejecutados según modelos acordados que describen quién puede realizar qué acciones con qué información, cuándo, en qué circunstancias y con qué métodos". Dicho de forma más sencilla, la gobernanza de los datos incluye los procesos y el marco que implica la gestión de los activos de datos. Por ejemplo, las organizaciones necesitan saber cómo definir sus datos entendiendo qué significa "cliente" dentro de los distintos departamentos y cómo debe gestionarse en general. Dado que los clientes pueden tener múltiples puntos de contacto dentro de la organización, la gestión de esas interacciones se vuelve importantes.
La información sobre los clientes es sólo el principio. Estos conceptos existen para todos los tipos de datos, ya sean operativos, transaccionales o analíticos. La forma en que se gestiona la información tendrá un efecto sobre su uso. Si no se puede confiar en la información, es casi imposible obtener todo el valor de su uso.
Beneficios para las empresas
Muchos proyectos de inteligencia empresarial y analítica se centran en un conjunto limitado de datos dentro de la organización. Y muchos interesados en el proyecto creen que la gobernanza en el marco de la analítica es suficiente. Sin embargo, la realidad es que la gobernanza de los datos debe abarcar todos los activos de datos de la organización para crear una visión cohesiva de la información y proporcionar una forma de gestionar las incoherencias y los posibles problemas de calidad de los datos a medida que surgen.
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